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jueves, 8 de agosto de 2013

Aquel día...
la tristeza se ahogó en una lágrima.


(pintura de Luis Cogley)

Con Luis aprendí que las casas se pueden pintar
en movimiento y con pasitos de tango.
Aprendí que los colores pueden contrastar y salpicar el lienzo, cuando el artista es libre e increíblemente humano.
Aprendí la magia y alegría que tiene una sonrisa espontánea y honesta.
Aprendí de chimichurri y lo sabroso que es con el asado.
Porque en el silencio de mi alma poeta, que observa y escribe solo aquello que lo toca, está el flujo de sirenas, ranas o caballos multicolores, guitarras y el gran piano de gatos que sentados escuchan tocar a Irene.
Gracias, maestro, Irene. Fue todo un placer.
RH

Me gusta escribir tanto como leer, pero no es igual, por supuesto. Leer es internarte en otra mente, otras historias, sensaciones y, perdón... escribir es un compromiso. No es como imaginar buscar las mejores maneras de elaborar una historia, sino que... eres tú ¡No siempre es bueno! a veces es mejor ocultarte. Aprietas tras la cortina de tu ego para dar forma a alguien más. Un alguien menos egocéntrico e imperfecto. Cuando fui joven, el mundo giraba alrededor de mis historias. No había nada más bello que crear y plasmar lo que sentía. Conforme me conocí, supe que uno es importante porque lo necesita, pero en realidad cada persona vive en su yo importante y también lo necesita. Es demasiado egoísta tratar de meterte allí. Escribí sobre amigos, conocidos, la persona que aparecía en una foto o el sueño indiscernible de la pasada noche. Alguna vez fui joven y escribí sobre besos, esperanzas. y hasta creo que amé. Después dolía tanto que dejé de hacerlo sin darme cuenta, hasta convertir mis relatos en monolitos tallados a golpes. Creo que construí mi casa con todo ese coraje y la hice mi refugio. Fue allí donde quebré las alas, compré una silla de ruedas y cada vez que quiero escribir algo la observo ¡por dios que no quiero cagar a nadie! Entonces agarro un libro, un audio , un algo que no me haga creer que realmente importa lo que tengo que decir.
RH

Noviembre.

 

La playa se extiende por kilómetros de arena blanca, sobre los riscos hay casitas de vecinos  y cuando baja la marea de uno a dos kilómetros  la oportunidad de caminar sobre ella es única.

Vivo sin techo en la orilla del mar. Apenas llegué hace días y descubro de a poco este universo.  Conforme te adentras, la arena se vuelve más oscura y puedes llegar justo donde duermen las pequeñas mantas. Encuentras lodazales donde te  hundes hasta las rodillas en pantanos que ocultan un nido de riqueza para el paladar. De allí saldrán manjares que en los restaurantes locales exhibirán en exóticos platillos. Con romero o yerba buena, perejil o cilantro.

Conocí la noche con su luna compañera.   Puedes dormir cerca del agua, pero no lejos ya que abundan las víboras. Todo lugar tiene peligros.

El mar, como toda criatura viviente tiene pasado y entrelaza su memoria con todos aquellos que alguna vez, fueron agua ¡Sí!, agua, dije bien, mira es que tú no sabes que existen peces traslúcidos que cuando salen a la superficie se convierten en hombres. Dicen, los más viejos que es una tribu antigua que los dioses dieron el don de convertirse en mar.  Cuando sus corazones están agitados van por las noches a internarse en al agua hasta desaparecer, después, en otra parte resurgen con furia sobre la orilla y golpean su cuerpo contra las rocas hasta erosionarlas. Imagina lo que sienten para hacerlo. Después regresan calmos con la familia, cariñosos padres y amantes esposos, hijos ejemplares. Todos ellos sin queja, sin siquiera un murmullo. Beben una cerveza y sonríen. Nuestros hombres y su fortaleza.

A veces me he sentido así, con ese deseo de golpear todo mi cuerpo, pero cuando el agua del mar se acurruca en la piel y acaricia delicada mi forma, imagino a uno de esos hombres y no, nada es comparable, sobre sus almas pesa una presión oceánica y yo tengo un espíritu pequeño muy fácil de calmar con el golpeteo de las olas.

Una vez, uno de ellos me invitó a nadar, de  repente  me jaló furioso hacia la profundidad y sentí que me ahogaba. Tomó los pies y llevó lejos. ¡Dios! ¡Qué miedo sentí a la muerte! ¡Era como sombra verdeazulada girando alrededor de mi cuerpo! Por absurdo que parezca no necesitaba   aire y fue que abrí los ojos para descubrir el mundo de abajo con todos esos seres yendo de un lado a otro. Pronto quedé sola y decidí salir. Le grité en la orilla, lo busqué para entender lo que había pasado, pero no volví a saber de él ¿Acaso es el amor?  ¿La locura?  ¿En su red de emociones he quedado atrapada?

Así pasaron los meses y una mañana una joven apareció en la orilla. La miré asustada ¡Era tan igual a mí! La poca gente que había se arremolinó alrededor. Perdió la vida y no supimos como ¿Pude dormir tan profundamente?  Un escalofrío recorrió mi cuerpo y me alejé. En realidad me alejé demasiado, ya que jamás volví interactuar con los hombres del agua o aquellos vecinos de las casas de arriba.  Tiene muchos años que no voy al mar. ¡A esa playa hermosa! Este otro lugar es demasiado quieto y de no ser por el viento que sopla rabioso arrastrando la arena, nadie podría venir a verme en noviembre.

 RH

 

Multiculturalidad.

 Hacer maleta junto con tus tradiciones, costumbres, educación y sueños.   No olvidar poner dentro del equipaje la experiencia de vida. un poco introvertidos, temerosos algunos por el incierto futuro y todo lo que esto representa. Llegan así  a nuestro México con tantas tradiciones y costumbres ancestrales a hacerse un hueco pequeño para habitar y cohabitar con ellas. Es toda una delicia.

Los cuadros que multicolores cuelgan en las paredes de un colegio de música donado por Luis Cogley, un argentino en una pequeña provincia bajacaliforniana.  Qué mejor ejemplo de inmigración y equipaje. O si es posible trataré de  transcribir las emociones que causan las notas de un piano donde posan los  gatos multicolores que Luis, amoroso pintó sobre el mueble.  Instrumento viejo de un restaurante donde él y su esposa vendían pizza muy a la italiana (porque no hay que olvidar que todo argentino tiene algo de eso). Allí, las manos finas de ella recorren cada tecla para hacer hablar y porqué no, soñar a quien la escuchaba. Confieso que en ese lapso podía perderme con los gatos, para penetrar los tablones y tocar las cuerdas a escondidas  mientras los comensales  aplaudían.

Entre tangos y mariachis,  transcurre la vida en ayudar a comunidades  de escasos recursos. Se ocupaban de niños  que llevaban a  curar al otro lado de la frontera con Estados Unidos. También de una puerquita de la que no recuerdo su nombre. No sé qué pasó con ella cuando partieron.

Así como esta familia existen muchas, primero llegan solos, después, con el tiempo empieza a llegar el resto de familiares. Todos y cada uno con diversas maneras de integrarse,  ser y sentir a México.

Dentro de la pequeña comunidad existe otro hombre, un venezolano que enamora haciendo sonar las notas de un violín y en discordancia con el clásico corrido norteño, o  la tambora sinaloense,   en el patio de un hotel, suena  como  magia todo lo que quise en la vida y no pude tener.  Suena  a  caminos que no recorrí y aventuras extraviadas. Entonces duele porque entiendo que hay placeres inalcanzables  ¡Te derramas en una melodía! en un cuento, en la novela de tu vida.

Esto es arte  y migra con el hombre, ya que no hay estatus económico ni social. Es única y siembra en el corazón humano su cultura, su gran amor a todo aquello que lo identifica y lo hace mejor persona. Así nace el principio de multiculturalidad, el saberse un todo en el universo.

Entre los grandes migrantes que sobresalen en la historia del arte es bueno mencionar a  Roberto Bolaño, un joven de quince años que viajó con su familia a la ciudad de México en 1968  y que tenía por vocación  escribir. De él se leen relatos de sus muchos hogares en el mundo, ya que también vivió varios años en España. De él leí algunas obras.

Otro inmigrante fue, Leonora Carrington, con su mundo de animales surrealistas que  invadió los muros del sueño. Sus manos se deslizaron con figuras mágicas por la mente y el corazón de México.  Supongo que se pueden mencionar muchos artistas, aunque escribo desde mis limitaciones y prefiero hacerlo desde mis experiencias.

 Así es el arte, no se puede ir sin dejar algo muy dentro, que con los años se hace tuyo y es de todos. Es lo más hermoso que pueda suceder a un hombre y tiene el privilegio de difundirse por generaciones.

RH

Otro piano de Luis Cogley: https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=7l1Hj8Znqeo




 Mi yo tribu.
Debo decir que la abuela murió de ciento veinte años y eso ya es no querer morirse, o al menos es lo que repetía mi madre cada que tenía que atenderla en su estado crítico.
Los yaquis son agradables. Las personas que conocí sencillamente mágicas. Uno de ellos fue mi amigo ''el negro'', hombre de dos metros y piel oscura que hacía valer su apodo. Recuerdo se sentaba bajo la enramada y empezaba a tararear canciones que a todo alegraban. Lo más bello es cuando cantaba en dialecto, entonces sí que la piel se me hacía chinitos, y es que uno es pueblo.
La abuela murió y como pasa en muchas familias, los tíos y sobrinos se dispersaron. Vendieron la casa y lo que más me dolió fue el río, el gran afluente de vida que corría y bañaba las tierras de riqueza. Desde la enramada le escuchaba como cantar de noche, cuando todos parecían dormir.
Después nos mudamos a otra ciudad al norte, con unos parientes lejanos que no cantaban, pero susurraban. La más anciana, recorría un rosario con sus manos deformes por los reumas, y empezaba elevarse en una nube de humo. La primera vez que la vi volteo con ojos profundos (decían que era ciega) y sin más que el susurro comprendí que no debía cuestionar lo que miraba. Me volteé y dejé trascurrir la noche como si nada hubiese pasado.
Hubo noches de desdoblamiento y no sé como explicarlo, gente que podía estar en dos partes a la vez. Entonces supe como es que por ahí tenía algunos asuntos involucrados, pero también que estas cosas nadie las entiende, por lo que es mejor cerrar la boca.
Los años pasaron y me fui más al norte. Murió mi amigo ''el negro'' y me dolió todo el cuerpo, porque con él moría una parte de mi yo tribu.
También se fue la Tula y María, Eusebio y Lupe. El río ya no canta, pero dicen, cuentan... qué gente de todo el mundo visita a Estela.
Mi rama se desprendió del árbol. Aunque a veces, como hoy, escucho voces de mi pasado ''nóotam ta oskú'' (que cantan como río.)
RH



Marea... ¿Yo?



La guitarra de mi madre.
La guitarra de mi madre hablaba de dios,
nos contaba de miedos acumulados con la vida,
a veces vibraba con ondas sonoras
que golpeteaban su cuerpo por la noche.
Es como si quisiera rebelarse y saltar en el patio
rodar divertida de mano en mano
con todo lo que callaba
como cuerda escondida de su voz.
¡Cómo amo a mi madre, señora guitarra!
Dígale por favor que desde que se fue nadie canta,
pero tampoco llora,
tampoco llora.
RH

La poesía es la parte más sensible
de la mente,
el hueco donde habitan los sueños
y las risas,
el niño que extraviado se refugia
en los versos del artista.
RH


Imagen propiedad de Oscar Castro.

Constantemente guardo silencio y el silencio crece amenazante. Conozco su temple porque vive amarrado y al acecho, pero el silencio es fuerza, es carácter y por el simple hecho de contenerlo te posiciona de frente aplastando con su furia, la insensata presencia del escándalo.
RH

Salta huizapoles
descalzo, sonriendo
recorre los montes,
persiguiendo sueños
porque fuiste el dueño
de extenso terreno
barrancos y valles,
y arriba del cerro
soplando el cabello
te arreciaba el viento,
entre los ramales
tus ojos tan negros
mirando que invaden
la piedra gigante,
la cueva secreta,
la sombra del árbol,
la luz de una estrella,
llorando en silencio
el que llaman, Pedro
hoy cerró los ojos
y entre huizapoles
se ha marchado al cielo.
RH

Tumbas sin nombre.
Ayer, cuando fui al panteón después de diez o doce años de no hacerlo; vi que tenía sobre la cruz de metal, el nombre de mi amigo mal escrito. Le pusieron un Martínez que no correspondía, por lo que arranqué la madera y me fui.
Alguien quería reclamarme por el abandono _pensé_ Qué estúpida manera de adjudicarte un derecho, sin saber nada de nosotros.
Después, pensando en que dejé a mi amigo allí, entre tanto muerto y sin un nombre, recordé que en la tumba de mi madre tampoco había uno, ya que el versículo bíblico que escribí sobre su cruz, también se perdió.
No tuve un amigo ni antes, ni después de Fred. No tuve quien me amara como lo hizo porque soy un ser extraño, difícil de inspirar algún afecto.
Esto hizo que viviera apartada de todos, donde la voz de mi ego cada vez se hacía más fuerte.
Pasé etapas difíciles, muy difíciles como las pueda pasar cualquier persona, pero a diferencia de ellas estuve sola, sanando a mi manera cada herida que en ocasiones; debo reconocerlo, se infectaba en resentimiento. Debe ser de allí que surge la palabra ogro, de ese ser solitario que a ninguno importa lo suficiente.
Cuando conocí a Fred fue diferente. De inmediato buscó la forma de integrarme a su vida. Estuve realmente sorprendida y encantada. Llegué a creer que toda mi mala suerte había terminado, pero un día se quejó de dolor de pecho y murió.
Puse sobre su tumba aquel epitafio que tanto le gustaba:
''Si tienes amigos, no tienes problemas''
Para mí, eso hablaba de nosotros y su nombre era irrelevante.
A veces me pregunto del porqué abandoné a los muertos. Creo que mis motivos se hicieron tan pequeños que duré un período largo a punto de desaparecer. Llegué a pesar cuarenta y dos kilos y a ponerme ropa de mi nieta de nueve años. Una apatía completa me embargó y casi muero de hambre, de sed, de soledad. De no ser por mi amigo cuadernos que abría sus hojas blancas para escucharme, ya no estaría aquí.
Toda la vida fue así, pero perder lo que me valoró, que me puso interés... Por poco me mata.
Ayer, cuando encontré escrito el nombre de mi amigo; pensé que pertenecemos al vacío y el silencio es un traductor inigualable. No pueden engañarnos. Ya no queremos que nos encuentren así que cuando veas una tumba sin nombre, no escribas sobre ella.
RH




Volverán los trenes
Era común no tener dinero, especialmente para pasaje cuando en aquellos años, no había ni para comer. El costo del boleto en el tren burro, de una ciudad a otra ocupaba ingenio, no dinero.
En la estación de trenes, Matías y yo observamos quién necesitaba ayuda con el equipaje y oportunamente un hombre maduro estaba allí, con algunos costales para subir. Matías tomó el primero y preguntó ¿Le ayudo señor? El hombre volteó y con una sonrisa agradeció el servicio. Tomé el siguiente costal, y así hasta completar los más de 20, pero ¿Qué lleva ese hombre en los costales? Matías piensa lo que puede ser, mientras el hombre le dice que contienen algunas especies para vender en Tijuana. Al final nos paga los pasajes y desaparece entre los pasajeros. Los costales viajan solos, alguien más ha de recogerlos en su destino.
Quién iba a imaginar que después de tantos años volverían los trenes, y aún más sorprendente que volviera a saber de aquel hombre. Le dieron cadena perpetua ¡Lo miré en la tv! ¿Quién lo iba a imaginar? Siempre creí lo de las especies.
RH




No soy nadie,
desaparecí en tus ojos
y en los míos
he quedado silente
bajo cenizas y sombras,
que a diferencia de escombros
puedo tocarte
escuchar el gemido de mi pueblo
en los ecos del pasado
que disuade
con la imagen perfecta de
mi más grande amor.
RH







La piedra
Había un hombre allí, encogido y minimizado por no sé qué situación de vida. Pasé sin ver, pero alcancé a escuchar un tímido murmullo, bajo, vocablo inentendible. Me introduje en la tienda; agarré varias cosas e hice el pago. Al salir su voz aún baja suplicó _ tengo hambre _ y seguí , subí al auto para agarrar un poco de efectivo, regresé a la tienda y tomé algunos víveres, mínimos y suficientes para calmar su desesperación.
Me alejé pronta, imperturbable y al encender el auto aquel hombrecillo me había alcanzado; pidió bajar la ventanilla, para darme algo ¡Una piedra! ¿Para qué querría yo una piedra! Pensé, pero él necesitaba retribuir mi acción y es por lo que la tomé con cuidado para volver la vista al volante. Lo vi alejarse por el retrovisor.
Al llegar a casa observé la piedra ¡Traía tan sucias las manos! Pensé en lavarla, pero luego me dije ¡Qué hermosa piedra! ¿Cómo pueda dañar algo tan bello? Simboliza un acierto, la abundante humildad que sana el alma. Gracias pequeño hombre por la geoda.
RH

Había una vez un hombre que amaba mucho a Dios. Era tanto su amor que un día, Dios le dijo: ''Tendrás que morir por mi'', el hombre le prometió morir por él ya que su Dios anteriormente había muerto por muchos otros. Pasó que Dios; enfermó gravemente y aunque no quería sanar debido a que esto mataría a las personas que lo amaban tomó la decisión de hacerlo y por la mañana muy temprano bebió el medicamento que le regresaría la salud. El hombre, a punto de irse al retrete le preguntó _ ¿Por qué señor, por qué? _ mientras Dios, su Dios se limpiaba con alivio el trasero. RH [El hombre dentro de los intestinos del universo, fue evacuado gracias al malestar insoportable que provocaba a la estructura divina de la naturaleza de Dios. A veces, las personas creemos merecer o ser quienes en realidad no somos y creyendo estar bien, causamos terribles males. ]


     
Colonia buenos aires.
Cuando llegamos a la colonia buenos aires en Tijuana, lo hicimos como lo hacen todos, escoges un terreno, lo rodeas con cualquier cosa que encuentras en los  alrededores  y te pones a construir una carpa, cuarto de cartón o lo que sea  para protegerte. Inventas camas con tarimas y pisos con trozos de tapetes que encontrarás  en cualquier parte  y aunque esta narrativa te parezca la de un pobre muerto de hambre ¡Bueno! Tener hambre es solo una situación o circunstancia, si no te mata de seguro te fortalece. El caso es que la colonia buenos aires de los años ochenta era terreno virgen, y deja te cuento que  a donde fijabas la mirada encontrabas el paraíso. Por eso cuando alguien me habla de dios, inmediatamente  mi mente vuelve al pasado, bajando al valle  y al cruzar a totalidad te topabas con una barranca llena de árboles y vegetación silvestre. Allí nos instalamos, justo a en esa  orilla montamos un pequeño cuarto de cartón, que aunque estuvieras dentro, las estrellas titilaban igual sobre nuestra cabeza. Había un árbol frondoso al  lado, era como un sombrero de charro que con su sombra nos apropiaba y hacía sentir familia.
Claro que no éramos los únicos, cuando llegamos ya había mucha gente, todos ellos, al igual que nosotros; llegaron sin más posibilidad que estar vivo, y aunque te parezca poco, en realidad es lo único que necesitas para ser feliz. 
Qué extraño que aún existen personas que piensan que las cosas materiales dan la felicidad, cuando lo que en realidad  lo que te  da la felicidad es el hecho de saber apreciar lo que te rodea; porque aunque no lo creas; existen personas que no lo ven y es allí, justo allí donde se encuentra. En cada instante de nuestra vida.
Después nos fuimos  y atrás de mí se iban quedando trozos de mis manos, piernas que recorrieron las calles empobrecidas, sonrisas donadas  y mis ojos  ¡Cómo lloraron!, es como si supieran que no volveríamos a vernos.  Es la  vida que se va quedando tirada y cuando quieres recuperarla ya no está. 
Dicen que la colonia buenos aires,  ahora tiene bulevares y edificios como si la hubiese inflado como a un globo.   Que  hay multifamiliares en el barranco y lo que antes eran calles de piedra y terracería, hoy tiene espectaculares que anuncian el progreso
 ¡Oh! ¿Dónde quedaría el árbol que nos cobijaba? ¿Será posible olvidar así a un amigo?  ¡Lo siento tanto! ¡Querido amigo!  Creo que te rompí el corazón.
El amor es al  hombre, como estrella fugaz que nos deslumbra y cuando reaccionamos ya no está.  Quieres justificarlo, porque es estrella y no es su virtud, la permanencia, sino el instante, la chispa, la magia de poseer la instantánea. 
El amor es al  hombre, amigo mío. Abrazo cálido de hoja y rama ¡Instantánea de vida! ¡Cuánta felicidad!

RH

El concurso.

En el Estado hubo un concurso de cuento.  No me entusiasmó, porque no tenía la suficiente capacidad para participar.  Había escrito bastantes cuentos en una página virtual de escritores y en ese lugar existe un nivel alto de escolaridad   y yo ¡Oh, no! Con sacrificio había terminado mi secundaria y tenía inconclusa la preparatoria. Ellos no me aceptaban.

Creo que no sabían que la pasión es al lápiz, como la nota, a la más bella melodía, porque ellos creen  que un cerebro sin conocimiento es igual a un incendio sin carbón, por lo que mis textos jamás podrían sobresalir.

Escribir  fue algo que aprendí de niña, porque en la ausencia de padres uno los inventa,  y en mis versos ¡Carajo! Mis padres fueron poesía. Las mentes infantiles  resuelven todo de la mejor manera y es por eso que mis padres, aunque algunos pensaron que eran imaginarios; habían salido de películas y aventuras que la televisión, ya que mis padres transforman en luz y belleza la triste oscuridad  ¡Soy tan afortunada!

A veces me siento como una hoja que se multiplica infinidad de veces en el árbol y es que creo palabras que pueden florecer y germinar  en el oído de una novia, como la onda de una  gota en el aguaje.

Después, conforme crecía; tuve que empezar a ocultar su presencia, a guardar los versos y canciones en un lugar secreto de la mente, donde nadie pudiese confundir a mi familia con locura ¡Los amo tanto! No soportaría que alguien les lastimara.

Mis padres son como chispas de luz  en mi cabeza, que iluminan como estrellas en la noche. Debe ser por eso que tengo tantas cosas que contar.

Retomando el tema del concurso, mandé algo que escribí de prisa y que no consideré de ningún valor literario, la historia de un loco ¡Otro loco! Que al estar desesperado por la situación económica que vivía se metió a robar a un banco. El hombre era tan conocido que cuando apareció de forma amenazante,  todos dijeron su nombre con sorpresa.

Con este texto gané  el  concurso en la comicidad de un hombre desesperado por hambre en un banco,  parecido a un niño que llora de frío, sin padres que lo consuelen.

Deja te cuento que inmediatamente le dije a mis padres  y se pusieron tan felices que casi podía verlos ¡Eran tan reales! Qué bueno que mis padres son poetas,  porque así ellos me ven allá donde no existo.

Después de esto y de ser llamado a recibir el premio, colgué el documento que se me entregó en la pared y en su honor me puse a estudiar en la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato. Me siento muy satisfecha con todo lo que he aprendido y desarrollado y conforme pasa el tiempo puedo dignificar con mis logros, aquel  reconocimiento que se me hizo, porque aunque en ese papel solo viene mi nombre, con los ojos de mi alma puedo leer los nombres de mis padres,  quienes me han impulsado a ser mejor   humano.

RH


Dignidad.

Cuando te adentras en la lectura de Uldaricio, de a poco o mucho vas conectando con lo que sucede en el mundo, ya que la lectura es tan real como las muertes en la guerra,  por los diversos países donde algunos colonizan. Después te dicen que los derechos humanos del hombre, los derechos individuales para ser precisos son su dignidad y ves esos cuerpos tendidos, mutilados en la televisión. Entiendes que aquellas almas si tuvieron algún derecho igualmente perecieron sin nada. Figueroa (2012).

Esa costumbre de robar para mantener el estilo de vida. De llevarte de otro continente o quizás de tan cerca como el vecino, todo aquello que te vitaliza. Es tan fácil mientras estás armado ir por allí amenazante tomando esto o  aquello del patio ajeno. Sin importar que a tu paso vayan quedando desnudos pueblos y naciones.

Luego vienen los discursos y  más de cien naciones votando por el bien de todos, cuando no pueden ponerse de acuerdo a cuál dios  hay que imponer como verdadero. En esa reunión de trajes y corbatas, sin que ninguno lo note estoy contando calcetines, hileras de prendas íntimas que manotean  raterillos de tendedero, voy a mi barrio y encuentro a un chiquillo desplumando  a la gallina que llegó quien sabe de dónde para el desayuno y es cuando a mi toda esta palabrería me suena hueca.

Se están poniendo de acuerdo para entender de alguna forma cómo es eso del bien común sobre el bien personal, porque mientras unos luchas por la libertad y derechos individuales, existen naciones con culturas milenarias que luchan por el bien de todos, aún cuando se pierdan algunas vidas. Y es que unos pocos no pueden tener prioridad. Para ellos importa el pueblo y un pueblo es mucho más que la dignidad de alguien.

Las naciones occidentales se frustran  con el peso de una región  que no cede. Luego se oyen las voces que hacen referencia al Islam y  las naciones árabes, África y bueno... complicado ponerse de acuerdo cuando se ha vivido en guerra estos últimos 200 años, todo parece seguir igual porque todavía existen países africanos que pagan tributo.

Se imponen sanciones, algunos países hacen caso omiso al llamado   de terceros por infringir alguna norma. Una nueva región queda a oscuras y sin agua,  cae una bomba de racimo en una escuela e imágenes del pasado resurgen de la mente de aquellos que vivieron viejas tragedias.  Me pregunto ¿De qué sirven estas organizaciones implementadas después de la segunda guerra mundial? ¿Qué pasó con los conceptos de paz y libertad? La guerra está aquí, donde nosotros y no parece que a alguno le importe en absoluto la dignidad de un solo hombre, pues como decía mi vecino, esto se trata de joder.

RH

Figueroa Pla. (2012). El sistema internacional de los derechos humanos. [Ril Editores]. Santiago de Chile. https://elibro-net.ezproxy.uveg.edu.mx:2048/es/ereader/bibliotecauveg/68272









































Debo de ir con esa otra persona que fui para reír como reimos juntos. Traer a la memoria los cocos y el río en Villa hermosa, sin olvidar  lagartos y la vegetación que enmarcaba  su belleza.
Debo ir al cuarto de hotel y mirar nuevamente esas grandes alas de madera que manoteaban  moscos gigantes, porque todo paraíso tiene sus monstruos. Entonces no lo sabía.
Pero también una ventana por donde escapar. Aún la recuerdo con doble ala y gancho metálico en el centro. Podías ir a la calle principal y darte cuenta que el horizonte era  una cerrada, ya que el agua hacía curva en el globo y por allí es imposible tirarse cuesta abajo ¡Haz de volver al mismo sitio! Junto a ti por supuesto.
Es tu vida quiero que sepas, la que no tuviste oportunidad de contar. A veces las ventanas se cierran con ganchos demasiado pesados para volverlas a abrir. La vida que dejamos en Tabasco y en tantos otros sitios.  Cuando fuimos otros y esto que somos no nos hacía daño.
RH

Amé mucho y muchas veces. Fui de esos que amar le fue tan fácil como dejar tirado. Igual me amaron y dejaron, no importa, en realidad no importa dejar trozos de ilusiones en uno u otro lado, o que te dejen. Porque si te cortas en pedazos, multitud de trozos pequeños luego ya no duele cada vez que te rompes. Igual no duele nadie y vamos todos así, manoseados e Indiferentes.
RH

Igualmente Salvajes.
No olvides América no seas ingrata, que alguna vez los blancos mataron a los negros para saquear un continente virgen. No olvides que llegaron y ahora se dicen americanos sin ser piel roja o color tierra como nuestros espíritus. No olvides que construyen palacios sobre cadáveres y que su único dios es el dinero. Vayas donde vayas no cuentes a ellos la riqueza que guardas en el sótano. Tú collar de esmeralda y mucho menos que el agua sabe a petróleo, porque han de volver con ejército a matar a toda tu familia y decir que la casa donde naciste es de ellos. Que no te engañen con el nombre de civilizados, siguen siendo igualmente salvajes y tienen la sangre fría.
RH


Así como se escriben cartas a un amigo, familia o  amor... Estos son mis libros. Cartas a la vida que hicieron amar las letras desde niña y que me  dan  la satisfacción de compartir con ustedes. Nadie nunca fue del todo bueno o todo malo, por lo que aquí encontrarás un poco de humano y un poco de divino, pero solo un poco.

RHCastro.

El aprendiz.
Sobre la tumba (14 febrero)
Qué increíble querer, querer por siempre,
como amigo si acaso, ahora lo pienso,
como novio o amante, como poema al viento
que azota en carcajadas tan extrañas.
Qué increíble es amar como te quiero,
con lo malo y lo bueno de nosotros,
llorar porque estoy sola, soñar porque volvemos,
y luego tú te vas...
Querer, querer por siempre
y a la muerte vencer
con tu recuerdo
RH





Abrir la jaula
para sentir que
escapo,
¡Qué ya no duele más
el estar preso!
Romper la página treinta y uno
¡Soltar el cuerpo!
Borrar lo que lloré,
¡Lo que escribió de mí!
Ir a donde van
todos los muertos.
RH


Poesía romántica de mi padre:


Mujer de cincuenta y nueve años con residencia en San Felipe, Baja California, con  carreras técnicas y una licenciatura en derecho, hablo un poco de inglés, pero me gusta más el francés. Quisiera decir que soy lo que quise ser, aunque soy todo eso que todavía desconozco así que dejo que mi biografía la escriban los lectores:


San Felipe NewsLetter
Vol. 12, No.1, November 1996 (liberties taken to shange a few names.)By JOYSE WISSLER. Mid October. Today Lety has motorcycle parts on her kitchen floor. She fixes motor bikes now. Her house in Los Arcos does not yet have electricity. Lety is a single mother, a poet, an accountant. She built her own house. She came to San Felipe with a suitcass and her two children, by accident she says. She decided San Felipe would be her home since she could get land on time payments.
She almost always flashes her bright smile even when life is not going too well. Her children are good students and will be well studed, God willing. 
San Felipe.B.C.

*Mi querida amiga. *
* Primeramente felicitarte por tu trabajo de la rosa negra. Al visitar tu página y encontrarme con tus trabajos me da la impresión de que alguien acaricia tu alma y cosquillea tu corazón. Te siento flotando en nuevos aires, más puros, aires de emoción, aires de alegría. Te lo mereces. Una historia. En 1942 Ángel Martínez adquirió la Bodega La Complaciente en la calle de Empedrado en Centro Habana, años más tarde se convertiría en lo que hoy conocemos como La Bodeguita del Medio, lugar en donde por décadas se dieron cita los que hoy conocemos como maestros del arte, pintores, escultores, músicos, poetas y escritores desfilaron por la barra y las mesas de aquél pequeño lugar convirtiéndolo en un lugar de talento artístico y bohemio por excelencia en Cuba. Además de todos los artistas, Ángel Martínez mantuvo su círculo cercano de amigos con los que sin falta jugaba Dominó todos los jueves. Uno de sus más cercanos amigos tuvo que realizar un viaje a España para arreglar asuntos familiares, a manera de broma pidió que nadie se sentara en su silla y que no se la cambiaran, primero por ser su silla de buena suerte y segundo, por ser la más cómoda para él. La tragedia lo interceptaría y el amigo de Ángel Martínez jamás pudo regresar a Cuba.
En su honor y como gesto de amistad pura la silla de su amigo fue separada del resto, levantada y colgada en la pared para que nadie jamás la utilizara, dejando claramente ver el vacío que había dejado un amigo en la vida de Ángel Martínez.

Mi querida amiga, tu silla sigue aquí. No te pierdas. 

Un buen amigo.
La Habana Cuba.



2014 
Primer lugar compartido en cuento por el Estado de Baja California 
                                     Morena Arte y cultura 2014.



Autor en los cuentos.net:

Pocas veces y por no decir que nunca, me tomo tiempo para ofrecer un reconocimiento a un trabajo. Este, como excepción, bien forjado, labrado con matices muy personales y sobresalientes merece que me remita hasta aquí dando las gracias en nombre del arte, de la lectura que vale la pena y a Titulo personal, por la gran sorpresa de encontrarme ante eso hermoso que evidencias en cada texto.








Imperfecta como las manos torpes sobre el piano. Aprender a aceptar tus limitaciones. A que las acepten.
Aletargados, calmos, como si de un paso a otro
el peligro acechara. Se convulsiona;
pero no sabe que todo el universo está en caos.
Paz en la discrepancia, la torpeza sutil que provoca
el error interpretamos el absurdo
de una vida autentica. La muerte de un poema.


Gracias

Amiga de caballos y palomas,
mujer que ha defendido al inocente,
guerrera que en las letras consecuente
te muestras con tus puntos y tus comas.

Deseosa de igualdad siempre te asomas
y exhibes tu verdad que se presiente
en cada verso intenso y diferente
que escapa de tu pluma sin axiomas.

Auténtica al decir tus opiniones,
no temes aclarar todas las dudas
y evitas con vehemencia algún prejuicio.

Hoy quiero derramar mis emociones,
volcando en el papel, si tú me ayudas,
mis letras que agradecen tu servicio.


Teresa Godiva. Argentina.







Los poetas no necesitan manos para ser poetas. Y tú eres poeta.
Elisatab.
España 2015.




Cuando muere una niña
Se van con ella los años de la infancia
el juego en el columpio
andar sobre la barda
los viajes a la luna en un cohete de cobijas
que nos hacían reír.
Se mueren esas horas que fuimos tan felices
porque cuando eres chico
con una gran familia
si pierdes a una niña
habría que buscarla, en la luna, las sábanas,
las patas de la cama,
o el cohete de la infancia, no llores... ¡Voy por ti!
RH


Sobre la tumba (14 de febrero)
Qué increíble querer, querer por siempre,
como amigo si acaso, ahora lo pienso,
como novio o amante, como poema al viento
que azota en carcajadas tan extrañas.
Qué increíble es amar como te quiero,
con lo malo y lo bueno de nosotros,
llorar porque estoy sola, soñar porque volvemos,
y luego tú te vas...
Querer, querer por siempre
y a la muerte vencer
con tu recuerdo
RH


                                                 De mis queridos maestros:
                        ''raramente había tenido un alumno con características como las tuyas, donde se demuestra excelente escritura, reflexiones avanzadas''
                                                      E.M.






Palabras de mi hijo: 
''Medio mundo orgulloso de una mujer albañil, que he de sentir yo por mi madre que además de haber sido albañil también fue mecánico pintora policía cocinera electricista contadora técnica en computación y muchas otras más una de esas escritora de lo mejor. Soy muy afortunado.''


Bueno mira, podría agregar que nací en Guaymas, Sonora hace ya bastante tiempo. Que fui una criatura con padres ausentes por lo que la abuela extranjera me crió en un país que no entendía (yo tampoco). Fui a la escuela hasta donde a ella le permitieron los tres frascos de dulces y panes que hizo para mantenernos y un día murió, dejándonos.
Como ves no tengo  mucho que agregar, si acaso y lo más importante es que: ¡Soy Leticia!. Es lo mejor que me pasó en la vida.

Anoche, una amiga  decía, reclamaba que fui  quien se perdió aquella tarde. Y es verdad. Caminé calles enteras buscando  retorno, pero todo me alejaba de casa, el parque, el edificio azul y las canchas de fútbol. Entre tanta vereda mi familia y amigos empezaron a pertenecer a otra historia y la nueva, la que empezaba a escribirse era vacío, abandono, soledad y miedo en este callejón sin opciones.

Ella vino en mi sueño, dijo que fui yo la responsable de caer donde estaba y que de aquí no se sale, ¡Claro! ¡Ella no sabe! ¡Sí se sale! Y se elige morir como se vive.

¡Gracias ! 

 RHCastro.



Entonces escribo
porque tengo ganas
porque estoy muy pobre de letras, palabras
poesía y me rindo
ante dios, la noche
todo el universo
ante las estrellas 
que nos tiran piedras.
Y a veces despierto con dedos de palo
con aves marías y espíritu santo
¿Qué pasa? Pregunto
con la nariz larga los ojos hundidos
sin charca y sin agua
¿Qué locura es esta?
Relaja las teclas que tensan las cuerdas
y calla.

RH















Cositas extra: https://www.youtube.com/channel/UCOCdFUfv8ql85mTW_k_raiA